Porque una boda es una ocasión que solo tendrás oportunidad de vivir una vez y por ello no puede haber margen de error. Porque hay que tomar decisiones sobre un tema que se desconoce.

Convergen muchos factores (emocionales, económicos, sociales, etc.) y la pareja no dispone del tiempo ni del conocimiento para todo lo que se debe de hacer previo, durante y después de la boda.

Algunas de las actividades con que te puede apoyar una persona experta en bodas:

  • Confirmación de invitados (que pueden ser desde menos de 50 o hasta cientos)
  • Revisión y cumplimiento de contratos de los proveedores
  • Apoyo en la coordinación de la corte de honor
  • Supervisión del montaje (que puede ser desde un día antes)
  • Supervisión de cada área de servicio durante el evento (que puede llegar a durar más de un día)
  • Asesoría en ceremonia civil y religiosa
  • Supervisión y coordinación de todo el personal
  • Permisos de vía pública
  • Inventario de destilados y regalos
  • Elegir el lugar idóneo para tu evento
  • Aconsejar sobre el outfit
  • Cierre del evento

Algo de lo que debemos saber/tener son:

  • Colaboradores confiables, expertos en su área
  • Experiencia
  • Tomar decisiones asertivas
  • Lidiar con situaciones familiares o inesperadas de manera discreta y gentil
  • Saber escuchar
  • Poder «traducir» a diseño todo aquello que le agrade a la pareja
  • Conocimiento de lo necesario para las ceremonias civiles y religiosas
  • Manejo inteligente del presupuesto
  • Capacidad de resolución e inventiva

 

Todo esto requiere años de experiencia y no, no es un trabajo fácil ni «barato» ya que requiere mucho tiempo (algunas bodas se planean con un año o más de anticipación) y conocimiento al igual que muchas otras profesiones u oficios.

Pero siempre ten en cuenta que la calidad del trabajo de tu organizador/a de boda garantizará la calidad de tu evento.